La lluvia es, sin duda, la demostración natural más fiel al "Eterno Retorno" nietzscheniano. Las gotas caen y esperan ser absorbidas por la tierra o fluyen hacia las fuentes naturales de agua. El Sol desprende la humedad terrestre, evapora las moléculas y éstas se almacenan en una nube grisácea que va espesándose de a poco.
Después de eso sólo hay que esperar algo tan simple como el encuentro de dos temperaturas distintas para que se vuelva a producir la maravillosa precipitación.
Cabe preguntar: ¿Siempre son diferentes gotas las que nos mojan?
¿Alguna vez habré sido mojada por la misma gota dos veces?
Si puedo encontrar una gota de lluvia mas de una vez, ¿Cómo no volver a cruzarme nuevamente con aquellas personas maravillosas de mi vida?
"Todo se despide, todo se encuentra y se saluda otra vez"
Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
TODO,
ResponderEliminarTODO
VUELVE.
Saludos!
Nos leemos